
Perdona los errores
los ajenos y los tuyos propios. Es imposible construir nada nuevo con una pesada carga de rencores y equivocaciones a tus espaldas.
Perdona a las personas que te han hehco daño, porque muy probabemente no eran conscientes de las consecuencias de sus actos. Deja que el balsamo del AQUI Y AHORA cierre las viejas heridas.
¡Y no te olvides de perdonarte a tì mismo!
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